La verdad no es más cierta porque la siga más gente.

Estoy seguro que aquella famosa frase que dice “Donde va Vicente?, donde va la gente” se puede aplicar en el mundo de la espiritualidad.

Nacemos en un entorno que nos condiciona, nos ponen todo tipo de etiquetas que acabamos creyéndonos. Una de las más pesadas es la afiliación religiosa, desde pequeños nos imbuyen los miedos, si te apartas de Dios te castigará.

Al fin muchos pasan y, navegando por el cómodo agnosticismo se sienten confortables y seguros. Lo que no comprenden no existe dicen muchos, pero cuantos han tenido la SUERTE de tener un gran revés y han caído a los pies de su antiguo Señor rezando como nunca. Ayuda a este siervo que se encuentra desolado, por favor Dios mío que todo vaya bien ….

Sigmund Froid reconoció: “He sido una persona afortunada, nada en la vida me ha sido fácil”.

Y Ramesh S. Balsekar dijo: “Resulta tan evidente que casi es gracioso, lo que tengo es todo lo que necesito, lo que Dios me ha dado para llegar a la meta por la que me creó”.

Escuchemos, pero no con el oído, escuchemos la voz que hay en nuestro interior, es la voz del Maestro, Él nos guiará hacia la Verdad, hacia la Luz, hacia el SER. Como? Haciéndonos ver que el Ser ya está en nosotros, que nosotros somos el SER.


Namasté.